Arranca el curso en el Guadaira, y con él también las actividades propias del Colegio, como el estudio, las tertulias, el deporte y una dimensión muy importante de la formación humana y espiritual que aquí se recibe: Las visitas a los pobres. Las pasadas semanas hemos repartido alimentos a algunas familias necesitadas que, aunque no nos demos cuenta, viven en nuestra misma ciudad. Ayudar a los más desfavorecidos nos ayuda a vivir por un mundo mejor, y a valorar lo que tenemos.