Con motivo del próximo encuentro de AG con los antiguos residentes de Canalejas (16 de junio), traemos aquí un artículo de D. Vicente Rodríguez Casado, con motivo de los 25 años de Guadaira, recogidas en el libro “De Canalejas a La Palmera».
(…) «Veinticinco residentes, veintiocho residentes, treinta residentes: ¿corresponden estas cifras al influjo de Guadaira en Sevilla? No hace falta ser un partidario para responder rotundamente que no. Mi opinión tiene quizás más valor porque yo no residía en el Colegio Mayor. Yo era, si queréis, el mejor espectador de su vida interna, un buen conocedor de sus problemas y, si acaso, uno de sus instrumentos para romper el cerco material de su recinto y lanzar a sus gentes hacia afuera.
Este es el secreto de Guadaira: la formación humana y espiritual de sus residentes, el ambiente interno de buen humor, de vida en familia, de una familia bien avenida en la que existía una comprensión mutua extraordinaria entre dirección y residentes. Quiero hacer hincapié en este hecho importante. No es la dirección la única que impime carácter a Guadaira. Jesús Arellano es un símbolo de aquella época, pero sólo un símbolo. El Colegio Mayor lo hacen todos los residentes. Todos, sin excepción, contribuyen con su esfuerzo para que los visitantes, adscritos o no, se sientan en su casa desde el primer momento».
Sirvan estas palabras de D. Vicente como introducción a unas fotos de aquellos años en Canalejas, elegidas entre muchas, que dan a conocer a personas y ambiente.